Es ideal consumir alimentos vivos a diario en nuestra alimentación. Por ello es aconsejable que una buena parte de nuestra dieta se base en alimentos crudos, siendo el máximo exponente de la dieta cruda los germinados.
Una ración de germinados a diario nos provee de la máxima vitalidad, formando parte de ensaladas, acompañamientos, pan esenio o integrando platos que no se tengan que someter a calor.

Los germinados son alimentos vivos y frescos con grandes cantidades de enzimas, minerales, oligoelementos y vitaminas. Cada vez hay más interés por el pan germinado que consumían los esenios y que podemos elaborar en casa.
Además, contienen hormonas que nos ayudan durante periodos críticos como: crecimiento, convalecencia, fatiga intelectual, estados depresivos, etc. También son fuentes de proteínas muy importantes y tienen capacidad desintoxicante.
Todas las plantas en su proceso de germinación (nacimiento, transformación) poseen un gran poder regenerativo y revitalizante único para mantener y recuperar la salud depurando el organismo. Los germinados son grandes aliados en la revitalización del sistema digestivo.
Es posible cultivar una gran cantidad de germinados, ¡tantos como semillas hay! Si bien son muy conocidos los brotes de soja, alfalfa y lentejas podemos sorprendernos con muy diferentes sabores como brécol, fenogreco, rábano daikón, rúcula, girasol, mostaza, etc, muy sencillas de hacer crecer en casa. Podemos beneficiarnos de sus propiedades concentradas, algunas de ellas ya muy bien documentadas, como ocurre con el caso de los germinados de brécol y demás crucíferas.
Semillas germinadas, los alimentos vivos por excelencia
- Albahaca: llamada en la antigua Grecia “La hierba de los reyes”. Muy rica en vitaminas A y B1, energética, favorece la digestión.
- Alfalfa: vitaminas; B1, B2, E, K, D, minerales: fósforo, calcio (5 veces más que la leche), magnesio, potasio, azufre, muy protéica, ideal en procesos de anemia y osteoporosis.
- Ajo: Sus germinados tienen efectos antibióticos y antihipertensivos (hipertensión) y previenen el cáncer de estómago. No hay que confundirlos con los brotes de los bulbos de ajo (que también son muy saludables).
- Azuqui (poroto aduki): muy rica en proteínas, hierro, calcio, potasio, magnesio, fósforo, vitaminas B1, B2, B3, A y C. Reguladora del colesterol, además ayuda a limpiar la sangre e hígado.
- Berro: muy rico en vitaminas A, B1, B2, B3, D, C y minerales. Ideal para limpiezas intestinales y remineralizarse. Especialmente indicada en procesos anémicos, bronquitis, reumatismos, procesos anti-nicotina, etc.
- Brócoli: vitaminas; A, B, C, E, minerales potasio, calcio, yodo, magnesio y azufre entre otros. Protege la flora intestinal y aumenta las defensas del sistema inmunitario.
- Cebolla: vitaminas: A, B, C, muy rica en aminoácidos, enzimas y minerales como calcio, potasio, fósforo y azufre, antiséptica, antibiótica y diurética, ayuda a limpiar nuestro organismo.
- Colirábano: De la familia de las crucíferas, como su nombre indica es un cruce de col y rábano. Tiene más contenidos fenólicos que glucosinolatos y protege frente al estrés oxidativo de las células (anticancerígena) y enfermedades neurodegenerativas.
- Col lombarda: Antioxidante, con propiedades laxantes por su alto contenido en fibra.
- Fenogreco: ejerce la triple función de limpiar la sangre, riñones e hígado, regula el apetito, recomendado en procesos anémicos y debilidad psíquica, rica en proteínas, hidratos de carbono vitaminas: A, D, E, grupo B, minerales; fósforo, hierro, calcio, magnesio y azufre.
- Garbanzo: rico en hidratos de carbono, proteínas, vitaminas C, E, minerales: hierro, calcio, magnesio, potasio. Regula el colesterol, tiene propiedades similares a la insulina, especialmente indicado en enfermedades coronarias, riego sanguíneo, cansancio mental y procesos de falta de flexibilidad muscular.
- Girasol: rico en proteínas, carbohidratos, vitaminas: A, B, C, D, E, minerales; magnesio, fósforo, potasio, hierro y calcio. Ideal para deportistas, procesos de convalecencia, de gran ayuda a los dolores musculares y sistema nervioso.
- Guisante: vitaminas: A, B1, B2, PP, D, no contiene prácticamente grasas. Minerales: potasio, fósforo, calcio, hierro. Estimulador del sistema inmunitario.
- Hinojo: diurético, ayuda a la eliminación del agua y grasa sobrante de nuestro cuerpo.
- Judía mungo (poroto mung o soja verde): vitaminas: B1, B2, B3, E, A, C, minerales: hierro, calcio, potasio, magnesio, fósforo, especialmente indicada para reducir el colesterol y limpiar la sangre.
- Lenteja: existen diversos tipos de lentejas, en general contienen mucha fibra, vitaminas: A, B1, B2, B3, C, E, minerales: potasio, hierro, calcio, fósforo, etc. Muy indicadas en procesos de arteriosclerosis, limpian la sangre.
- Mostaza: vitaminas: A, B y C, minerales: calcio, hierro y fósforo, ayuda en procesos febriles, resfriados, dolores musculares además de limpiar la sangre.
- Puerro: Combaten el colesterol y son digestivos. Útil también para combatir infecciones urinarias y cistitis y prevenir cálculos renales. Antiséptico.
- Rábano daikon: contiene una gran concentración de vitaminas: A, B1, B2, C, PP, minerales: hierro, potasio, calcio, magnesio, sodio y fósforo. Es antiséptico, fortalecedor de la musculatura, ayuda a la secreción de los jugos gástricos y al sistema inmunitario.
- Rúcula: muy rica en vitamina A y C, minerales: calcio, hierro, fósforo y magnesio. Abre el apetito, diurética, regenerativa y fortalece el sistema inmunitario.
- Soja: rica en lípidos y proteínas, minerales tales como potasio, fósforo y calcio y vitaminas: A, C, E, K y grupo B. Fortalece las arterias, especialmente indicada contra el colesterol y estreñimiento, aporta mucha fibra.
- Trébol encarnado: Rico en fitoestrógenos, recomendable para combatir los síntomas de la menopausia.
- Trigo sarraceno: vitaminas E, F, K, B, minerales: fósforo, magnesio, calcio y potasio. Rico en proteínas e hidratos de carbono. Desinfectante, abre el apetito, regula el colesterol especialmente indicado contra las anemias y el cansancio psíquico.
- Trigo: rico en hidratos de carbono, proteínas, vitaminas: C, E, B, B 17, minerales: calcio, magnesio, fósforo, potasio y sodio. Energético, ayuda a que el pelo y uñas sean más elásticos y sanos, regenerándolos.
Vale destacar que cuando pongamos a germinar estas semillas, se debe tratar de variedades destinadas para consumo humano y en lo posible orgánicas.
Muchas semillas cuyo destino es sembrarlas en el huerto no tienen los cuidados para ser consumidas como germinados, es decir, no son tratadas como un producto alimenticio. Y mucho peor, algunas traen recubrimientos de color como fungicidas o insecticidas, tóxicos para su consumo directo.
Otra posibilidad es cultivar nuestras propias plantas para juntar sus semillas para germinar.
(Ecoportal.net)