La Fundación Colsecor llevó adelante un estudio para tomar una radiografía del aquí y ahora, pospandemia, a partir de una encuesta digital nacional sobre una muestra de más de 1600 personas.

Desde la poco habitual asistencia a espectáculos y obras de teatro por cuestiones económicas, el hábito de la lectura, el uso de las redes sociales, la preeminencia de la radio, la consolidación de formatos como los podcast, hasta el crecimiento del streaming o la baja asistencia a museos, los datos del informe comprueban y desmitifican lo que pasa con los consumos culturales.

De acuerdo al estudio, el 94% de los encuestados dijo usar las redes sociales diariamente. Sin embargo, solo la mitad tiene uso activo en las redes, el resto las usa «pasivamente» para observar o informarse. Por otro lado, el tiempo de las videollamadas que marcó la socialización en 2020 quedó atrás. 

Estos son algunos de los hallazgos del investigador Mario Riorda, director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral, uno de los responsables de la encuesta junto a Griselda Ibaña y Mónica Cingolani, ambas de la Universidad Católica de Córdoba. «Se da algo así como que todos consumen de todo, aunque son los jóvenes los que tienen una dependencia total de su celular para todo: redes, música, series, chatear, etcétera»

El especialista indica que «las personas en Argentina están muy informadas. Son grandes consumidoras de noticias de política y actualidad».  En cuanto a las lecturas, el informe sostiene que los argentinos leen y «mucho». Más de la mitad dice leer todos los días o algunos días de la semana. 

Por otra parte, aunque la agenda de recitales en estadios que diversos artistas agotan en términos de horas, la encuesta refleja que la mitad de la población no asiste y apenas un tercio lo tiene como consumo ocasional. En este fenómeno el factor económico es el gran determinante, identifica Riorda.

Respecto a los deportes, con o sin mundial de por medio, Argentina es un país consumista de deportes. Y de acuerdo al informe 7 de cada 10 personas consumen transmisiones deportivas.

El estudio se detiene en la valoración que tiene la cultura. “Se la ve como sinónimo de crecimiento personal, como herramienta para promover el diálogo y la convivencia en nuestra sociedad; porque cree que el consumo hace a un país mejor, porque es la mejor forma de recreación; porque consumir cultura permite relajarse y evitar la ansiedad y la angustia», describe Riorda.

En consecuencia, no hay una única comprensión de lo que es o se consume como cultura. “Se desprenden nociones educativas, tanto como recreativas, hasta dimensiones identitarias asociadas a miradas nacionalistas. No importa cuál sea la predominante, lo que sí importa es que lo cultural es un goce, una satisfacción y quizás, también esté atravesado por tradiciones históricas de una sociedad, así como también por la posibilidad del uso del tiempo libre como situación pospandémica», resume.

Compartila en las redes

Deja una respuesta

Su Email no será publicado

*