25 septiembre, 2023
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Un médico entró al hospital corriendo, luego de recibir una llamada de urgencia: la vida de un joven estaba en peligro. Luego de cambiarse de ropa, cuando se dirigía al quirófano, se tropezó con el padre del joven quien, con rabia, le gritó:

“¿Por qué tardó tanto? ¿No entiende que mi hijo está mal?”

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“Cálmese”, dijo el doctor.

“¿Que me calme? Como no es su hijo el que está ahí esperando…”

El Doctor dijo: –“Tranquilo señor, ya estoy aquí, ahora deje que haga mi trabajo. Dios está en mis manos”.

Después de unas horas en cirugía salió el Doctor, corriendo de nuevo, y le dijo al padre: “Su hijo está a salvo”, y siguió corriendo hacia la salida del hospital.

Más atrás venía una enfermera, y el padre le dijo:

“Qué médico tan miserable, no puede ni detenerse para yo preguntarle por mi hijo, ese desgraciado”.

A lo que la enfermera respondió: –“Señor. El único hijo del Doctor murió ayer en un accidente y él estaba en su velorio cuando lo llamamos para que viniera a operar a su hijo. Ya, habiéndole salvado la vida, ahora tiene que irse de nuevo para llegar a tiempo a su entierro…”

Moraleja: Nunca juzgues a nadie, porque nunca se sabe cómo es su vida y tampoco se sabe por qué momento está pasando.

 

Claudio Valerio
@Valerius

“Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe un cordial abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, mucha Prosperidad, Amor, y Paz”.

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