Cada 11 de septiembre se celebra en la Argentina el Día del Maestro, en conmemoración al fallecimiento de el primer maestro de la Argentina, Domingo Faustino Sarmiento, en 1888.
Este año, en un contexto distinto y en una situación adversa para los docentes, ya que seguir manteniendo su vocación hoy y llegar a los niños para continuar con su educación es todo un desafió, se celebra su día de un modo distinto, a la distancia, algunos por Zoom, otros por grupos de WhatsApp, cada uno con sus recursos.
¿Por quién y por qué se celebra este día?

Considerado el “padre del aula”, y Presidente de la Nación entre 1868-1874, Sarmiento fue el pionero de la idea de la necesidad de una ley educativa argentina. Aunque hubo que esperar hasta el gobierno de Roca, cuando se aprobó la Ley N° 1420 de Educación universal, obligatoria, gratuita y laica.
En 1945 se adoptó en Argentina, por decreto del presidente Edelmiro Farrell, este día como el Día del Maestro. Sobre esta fecha la Resolución Oficial indica la importancia de la actividad docente y establece que se trata de “una actividad fundamental de la escuela la educación de los sentimientos, por cuyo motivo no debe olvidarse que entre ellos figura en primer plano la gratitud y la devoción debidas al maestro de la escuela primaria (…); que su abnegación y sacrificio guía los primeros pasos de nuestras generaciones y orienta el porvenir espiritual y cultural de nuestros pueblos (…); que ninguna fecha ha de ser más oportuna para celebrar el día del maestro que el 11 de septiembre, día que pasó a la inmortalidad, en el año 1888, el prócer argentino Domingo Faustino Sarmiento».