Para alguien que ve normalmente, son grandes pozos en la vereda, que hay que esquivar. Pero para una persona con discapacidad visual, esos pozos, sin el debido vallado de seguridad, pueden ser una trampa muy peligrosa que pone en grave riesgo su integridad física.
Asborno al 300, en la localidad de Belén de Escobar. Según los comentarios de los vecinos, una tropilla de Aysa estuvo trabajando en el lugar, y al finalizar la jornada se retiraron del sitio dejando los pozos abiertos completamente, y fueron los vecinos quienes colocaron las vallas que se ven en las fotografías. En esa cuadra vive Brenda, una vecina con discapacidad visual.
Además de representar un claro riesgo para personas con discapacidad visual, estos pozos también lo son para aquellas con movilidad reducida o mayores, o simplemente mamás con cochecitos de bebé o sillas de ruedas, o también cualquier persona que, distraída, pueda caer y provocarse graves lesiones, ya que no fueron señalizados ni vallados por seguridad hasta que los propios vecinos accionaron.
No es la primera vez que sucede que un discapacitado visual tiene inconvenientes de este tipo. Hace un tiempo, otra vecina de Belén, Blanca, cayó dentro de un pozo de las mismas características de los de las imágenes, lo que le generó graves lesiones que requirieron una larga rehabilitación.
