«Estoy cansado de escuchar, en casa, que soy un completo fracaso. Todos dicen que insisto en mis propósitos de victoria y soy un perdedor profesional». El sacerdote, un hombre viejo y sabio, dijo al hermano de semblante caído: «Los ganadores nunca desisten y el que desiste nunca gana».
¿Cómo podemos aceptar la promesa de la Palabra de Dios que nos asegura que «somos más que vencedores» si desistimos ante el primer fracaso, o el segundo, o el séptimo?
Si recordamos la respuesta de Jesús sobre el perdón «setenta veces siete», seguiríamos el mismo ejemplo en nuestros intentos de buscar nuestros sueños. ¡Parar, sólo cuando alcanzamos nuestra bendición! Si el Señor nos ha orientado, nunca habrá motivo para desistir.

¿Usted todavía piensa en desistir?
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti bendiciones de Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio