Las personas mayores son especialmente vulnerables a la soledad y el aislamiento social. Como resultado, esto puede afectar gravemente a la salud. Tras la muerte de la pareja o los hermanos, muchas veces hay que enfrentarse a la perspectiva de no tener a nadie con quien hablar.
Sin embargo, en vez de permitir que la soledad consiga apoderarse de nosotros debemos hacer algo al respecto… La investigación sobre los efectos del aislamiento social en la salud muestra que los adultos mayores sin una interacción social adecuada tienen el doble de probabilidades de morir prematuramente.
De hecho, el aumento del riesgo de
mortalidad es comparable al del tabaquismo. Por lo tanto, para combatir los
sentimientos de soledad, intentemos dar un enfoque diferente a la situación.
Vive el día a día y proponte hacer pequeñas acciones diarias para lidiar con la
soledad y, así, combatamos la soledad:

«La pobreza más terrible es la soledad y la sensación de no ser
amado»
(Madre Teresa)
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio