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La verdadera oración: «El Padre Nuestro»

en Opinión

La oración es una paz que abre desde fuera nuestros sepulcros para que no sigamos viviendo como muertos, sino para que vivamos una vida plena y auténtica, es decir, llena de preguntas y de problemas, pero iluminada por Dios que es el que nos ofrece la auténtica vida en abundancia.

En la invocación:
Ø “Padre nuestro que estas en los cielos”, Se evoca a Dios Padre por su ternura y bondad. El estar en los cielos significa que Dios es un Ser transcendente y el estar en boca de Jesús expresa la relación única que mantiene con su Padre.

Dentro de las tres primeras peticiones se tiene por objeto a Dios y es donde los discípulos tienen que preocuparse por el reino de Dios y su justicia.
Ø Así en “santificado sea tu nombre” se reconoce que solo Dios santifica su Nombre y que los discípulos están llamados a reconocer la iniciativa gratuita y absoluta que Dios hace de Si mismo.
Ø “Venga tu reino” El reino de Dios ha llegado con Jesús y con sus signos se refleja la cercanía del Padre para con su pueblo, por eso Jesús motiva a sus discípulos para que oren frecuentemente a Dios para que el reino llegue definitivamente a Dios para que el reino llegue definitivamente
Ø “Hágase tu voluntad”, la voluntad de Dios es entonces es hacer llegar su reino a nosotros.
Ø “Como en el cielo así en la tierra” porque, ésta designa la totalidad. El cielo simboliza el lugar donde Dios reina y es reconocido como Padre. Así, la tierra se convierte en el reflejo del cielo como lugar de soberanía de Dios.
Las últimas tres peticiones reflejan la oración comunitaria, en ellas se evidencian el teme del pan, el perdón y la tentación.
Ø “Nuestro pan de cada día dánoslo hoy” la Biblia tiene tres miradas sobre el Pan porque actúan sobre el ser humano. Pan de vida: el que ha bajado del cielo y nos da la vida. Pan Eucarístico; el que no perece, es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es el banquete
del reino de los cielos.
Ø “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden” Perdonen y serán perdonados, dice Jesucristo, porque se empleara para ustedes la misma medida que han empleado para con los demás.
Ø “Y no nos dejes caer en tentación” La idea aquí no es pedir por la liberación de la tentación sino por el NO dejarnos caer en ella, porque si pedimos a Dios que nos la aparte, no tendríamos la posibilidad de batallar y mucho menos de alcanzar la felicidad verdadera.
Ø Más líbranos del mal. El mal es satanás, a Dios se le pide que nos defienda del demonio, de los males presentes, pasados y futuros para estar en gracia y paz a la venida de Nuestro Señor Jesucristo.

Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe un abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, mucha prosperidad, amor, y paz.

Claudio Valerio

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